martes, 13 de mayo de 2008

Cuando me acuerdo de Ti


Sentado siento como el viento sopla tranquilo, mientras detallo aquel atardecer de lágrimas. Tal vez tanta soledad que me abrumaba me silenció un poco la ansiedad que llevaba por dentro y sentir algo de tranquilidad por ello. Estático en el tiempo veo como aquel sentimiento se oculta tras el horizonte, delirando sus últimos gemidos, mientras las nubes poco a poco se amontonaban denotando armoniosa placidez en mi alma

La noche con su brillante traje de estrellas y su prendedor plateado, hace su presencia ante mis ojos. Silenciosa como el tiempo va borrando los restos del nefasto sentimiento. Pero siento que hay algo que me falta. No lo logro comprender.

Mientras me pierdo en la telaraña de mis ideas, me refugié en mi cofre de recuerdos para saber que podía llenar ese vacío. Muchas cosas hay guardadas acá, unas muy sueltas y otras encadenadas con el silencio. No sé que tomar de allí, si el calor de la vida, el latir de la alegría o la personalidad de la Naturaleza. Pero decidí tomar un recuerdo bien conservado.

Ya sentía el baño de luz de la luna. Pero le sentí algo triste como si a ella también le faltara algo. Me preocupe un poco, pero la nostálgica esperanza hizo que aquel fragmento tomara vida. El pasado proyectaba su película mientas mi mete se llenaba de increíbles imágenes con grandiosa calidad fotográfica. Una a una recordé aquellos momentos, mientras me llenaba de aromas de aquella silueta inocente de hada. Aquel sentimiento crecía mientras paulatinamente reconstruía la imagen de aquel encanto que me lleva cautivo en su corazón.

Cuando me acuerdo de ti, pierde su paso, atormento al insaciable ángel de alas negras, renazco en tu esencia y me dejo llevar por tu melodiosa presencia. Tu recuerdo llena de alegría a los rincones donde no había llegado, colma de felicidad a mi espíritu e inquieta a este corazón que se distrae al sólo escuchar una palabra tuya.

No quiero despertar, no quiero olvidarte, sos mi esperanza y mi luz que aromatiza mi sentir La noche agilizó sus pasos. Tal vez ella escuchó mi clamor y se sintió aliviada. Amanece con frenesí en mi corazón y tu memoria se ha esparcido en mi agreste sembradío de esperanza. Ya siento tu calor a lo lejos. Colmas mis expectativas. Y raudo como el viento, vuelo a tu encuentro...


30/03/2003
Luis G.

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