miércoles, 14 de mayo de 2008

Desde una ventana del Universo


En el Principio, la Mano decidía deshacer la soledad de su Rostro con sus trazos de Vida. No se había dibujado las fosas oceánicas que yacen estoicas entre los cofres de silencio que ocultan las capas áureas de mi alma. Aún no se transmutaban las letras diáfanas de mi pluma en sonetos asimétricos de sentimiento. Ni existía el eco del cincel contorneando el frontón gótico del estrado que resguarda los músculos ungidos de mi musa; ungidos como los mordiscos de amor que sella en su frente la leona a sus cachorros. No había llegado las arañas creadoras de los enrosetados tejidos neurales, cuyas pupilas se encegarían al trazar las vías que atraviesan enarboladas, las ideas del níquel ensangrentado de seda, tinta y esperanza. Aún los paisajes auditivos no se llenaban de campanadas y silencios. No se sudaban ideales preñadas de futuro y gloria hidalgueña que abonasen la tierra con sabores de amaneceres. Ni adjetivos de ciencia ni adverbios de filosofía. Ni lenguaje lacónico de las pampas fugitivas de sueños y quimeras. Todo era confusión y no había nada sobre la tierra.

Pero bastó una razón para romper la monotonía deshaciendo en hilachos de felicidad, las sales lacrimales de emoción. Una luz que desmoronará el muro del silencio y vuele al cielo con alas de sentimiento y aires de adrenalina, atizando las lámparas de las voces que murmullan más allá de las orbes del Pensar. Un lugar para despedazar sus racimos en estrellas que iluminen los ojos de hermandad, saciando el hambre de libertad. Un minuto para disfrazarme de horizonte, acortando la distancia de algún suspiro. Un grito de guerra que resucite de los cascajales de los abatimientos y despierte al cazador solitario de mis ilusiones, desnudando la alegría y abrigando la soledad. Una definición de amistad que se transforma cada día, cada impulso de tiempo, en un tributo de la tierra al cielo, donde se resume la luz de la creación en giros de recóndita ambrosía de rayos solares sembrados en cada rincón de los abrazos, amontonándose en la esquina de mi sensibilidad, en algún rinconcito encarnado con puerta hacía alguna ventana del Universo.

16/02/2004
Luis G.

2 comentarios:

*^*Divita*^* dijo...

Hola mi lindo y dulce encarcelado de merengue y lúcuma ¿como estas? pasaba por aquí y decidi dejar un rastro, una huella en tu blog y sobre todo en tu existir, decirte que a pesar de la distancia, eres y serás uno de mis grandes amigos, alguién muy especial a quièn valoro y quiero muchísimo.
Gracias por crear esta bella pagina, por dejar mirar por una ventanita "tu universo y tu corazón"
Un abrazo a tu alma, con todo el corazón
ALBA

Luis Garcia dijo...

Hola preciosa!
Gracias por cada ratico de luz que me regalas en tu sonrisa, en tu amistad. Muchas gracias por tu huella, Guardiana

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