miércoles, 5 de mayo de 2010

La miel de los lirios



Ese color dejará de ser frágil
cuando en el agudo final
en la punta del dardo
esté untado el curare de Eros
y te punce con alevosía.

A alguien tendrás que darle
la miel de tus lirios.
En barricas
a borbotones.
Repartila por los caminos de la comarca.
A las islas más cercanas
en canoas tendrás que llevarla.

Ya no te pertenecerás
no seras del dominio de otra tribu.

Ruega a Dios para que puedas
recoger tanta belleza.



Autor: Pablo Molina
Extraído de "El combate con el Ángel"

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