Y es que vueles a mí...
con tu olor de piel de ayer
con un nuevo amanecer
con tus manos llenitas de vida.
Y es que vueles a mí...
con ese rubor de durazno
con unas ganas encontradas
con un abrazo que no alcanza.
Y es que vueles a mí...
con el rocío de tu risa
con unos sueños que son sueños
y esa mirada esquiva, fiel.
Y es que vueles a mí...
envuelta de sabanas desnudas
a un bostezo de espalda al tiempo
y esa memoria que se fue
y me trajo de vuelta.
Autor: Nikolás Ramsu
Leído en: Comienzo boreal de una mañana. Fundación Editorial El Perro y la Rana.
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