Mi pecho no puede sostener
a mi corazón comprimido
ya es ilógico seguir tratando
por un lado él quiere volar
y mi cuerpo clama libertad
su silencio lo hace cómplice
y derriba todas las barreras
y se transporta a otras latitudes
puedo afirmar que mi corazón
está loco, es prófugo de sueños
es que a veces no estamos juntos
ni siquiera pensamos el uno en otro
tenemos mala memoria, infantil
de dos niños ue se cruzan a jugar
quedándonos en paseos sin retorno
y caen los días de la tarde de sol
pasando las horas desapercibidas
desabridas que mojan mi cuerpo
para resfrescar al centro, otra vez
de mi corazón comprimido.
Autor: Nikólas Ramsu
Leído en : "Comienzo boreal de una mañana". Fundación Editorial El perro y la Rana
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