viernes, 14 de junio de 2013

Cortejar la muerte




La muerte siempre sonríe.
mostrando sus labios violeta.
A mí me revoloteaba una mariposa
en las orejas.
Desmesurado ansioso por besarla.
Armé unas sencilleces.
Aspiraciones infantiles de mi corazón.

Las tinieblas mienten
cuando escriben sobre las reglas del destino.
un púlpito narra
que estoy dotado para conquistarla.
El más allá traiciona salvajemente.
La verdad de esos labios
es que tienen el sabor de la aguaviva.


Autor: Pablo Molina.
Leído en "El combate con el ángel" Fundación Editorial El perro y la Rana.

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