Pasa el tiempo sin premura
y no llega mis brazos
el sentir de tu hermosura
y el calor de tu canto.
Cuan dulces son tus labios
como el nacer de un cometa
tan súbitos y entrevesados
que dejan una estela.
Dejame ser tus ojos
que derrite mis esencias
y así no me vuelves loco
cuando sienta tu presencia.
Tanto tiempo que no llueve
y tu tan fresca como el mar
quisiera recibir mil veces
un rocío de tu felicidad.
Quisiera ya ver tus esmeraldas
que enternecen a mi alma,
que saca muchas veces el alba
que ilumina a mi esperanza.
No sé como hago
para aguantar tanta belleza
¿Será que soy mago
y no descifro tu presencia?
Dejame ser tu silencio
que inunda tus remembranzas
para que te robe un beso
y poderte soltar una palabra.
13/03/2003
Luis G.
Luis G.
0 comentarios:
Publicar un comentario