Ya siente las galaxias perdidas de mi alma, los centellos de tus aromas impregnando de amor las sábanas que cubren nuestro nocturno delirio. Pregonando mis músculos extasiados de sensibilidad, diriges el brillo de tus estrellas fugaces en los ojos de mi amor. Y mis heridas se desahogan de su dolor saciando mis olvidados sentires que naufragaron alguna vez en sus minutos cruciales de tensión amontonada. Mis esperas interminables encuentran su norte, después de despejar la neblina intranquila, incubando las esperanzas de robarte una expresión de tus zafiros incrustados. Los sueños dilatados comienzan a desenredar sus huellas para compenetrase en el contorno de tu cariño, alineando mis planetas de emoción de tus abrazos que cultivan ciegamente el territorio de mi sinceridad.
Y se me eclipsan mis temores y se despabilan los aullidos del lobo solitario que lleva mi pecho, aflorando la pasión de tu belleza lunar. Y mis lágrimas se escurren entre nuestras emociones que vos encontraste, que yo arrebate al murmullo del arpa de mi existencia. Llanuras de estrellas que vacían tus sonrisas pegadas a mi mirada, cubren mi errante sentir que nació de tus caricias y que las constelaciones de tu estirpe escucharon la encarcelada voz de mis adentros clamando un baño de tu divina lluvia cósmica que empapo mis suspiros y mis labios.
11/12/2003
Luis G
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